domingo, 7 de noviembre de 2010

Odio el café

Desde que era pequeña, he vivido oliendo el café recién preparado. Mi madre ama el café (a mi padre nunca lo vi tomar café...) y todas las mañanas y tardes se tomaba un café (con leche, sin leche... tengo 20 años y aún no me entra en la cabeza la diferencia entre cortado, solo, etc... y he trabajado en una cafetería...). Siempre le pedía probar el café a mi madre, pero como era pequeña no me dejaba, obviamente. Pero crecí y llegó el momento de probar el café... y.... que malo que está!!! Me sigo preguntando como algo que huele tan bien puede estar tan amargo... Ese día, le añadí más azúcar, leche.. pero ni con esas... Y lo peor de todo es que lo poco que bebí, me sentó falta.




Me olvidé del café por una temporada... pensando que tal vez tenía que "madurar" un poco más para que me gustase el sabor del café (suena raro, pero me costaba pensar que una bebida que es tan famosa, como el café, que todo el mundo bebe, y muchas personas no pueden pasar el día sin haber tomado el café de por las mañanas, no me gustase...). Pero hace poco volví a probar el café (me llama tanto la atención, el capuchino, el café del tiempo etc...) y probé un descafeinado, por si era la cafeína lo que me sentaba mal... y... horror!!! Seguía estando horrible!



Así que me doy por vencida, el café no es lo mio. No hay manera, así que me sigo quedando con el té, que está mucho más rico. Seguiré siendo "borde" cuando me digan de ir a tomar un café y les responda "no me gusta el café" (es tan divertido responder lo que no es normal responder... >.<), y seguiré pidiendo los frapuccinos en Starbucks sin café, y no comeré caramelos de café, etc.
Lo más extraño de esto es que mi madre siempre me pide que le prepare el café, porque me sale mejor que a ella... Tendré buena mano con la cafetera de casa (porque lo que es con las cafeteras de los bares... va a ser que no).

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