lunes, 16 de febrero de 2015

Los sueños de las personas

Cuando digo sueños en esta ocasión no me refiero a soñar mientras dormimos. Me refiero a las metas, sueños, proyectos, que cada uno tenemos, y que normalmente difieren del camino por  el que estamos llevando nuestra vida.



El otro día fui a hacerme mi perfil laboral a una oficina del paro (es un rollo, y para alguien como yo sin vehículo ni experiencia no creo que valga de mucho) porque necesito un trabajo, desde hace ya no se los años. El caso es que cuando me llamaron, puntuales la verdad, a la hora citada, me atendió un señor amable. Me siento avergonzada porque para haberme marcado tanto la experiencia, no recuerdo su nombre.
Este señor comenzó a hacer el papeleo, lo típico dónde has trabajado, qué idiomas sabes, qué has estudiado... Fue muy amable porque le dije que nunca había hecho un perfil laboral en las oficinas del paro.
Y lo curioso fue cuando vio que yo había estudiado en Japón. Resulta que el señor también había estado en Japón 3 meses. El tuvo la suerte de haber convivido con una familia local japonesa, al contrario que yo, que residía en un llamémosle "apartamento". Me contó que su pasión es la cerámica y tuvo la oportunidad de hacer una exposición en Japón. Me hubiera gustado verla la verdad.
En Japón valoran más la cultura que en España a simple vista.
El caso es que el señor me comentó que el trabajo que realiza actualmente no le gusta, pero no hay más remedio, porque sin dinero no se hace nada.
Me quedé con ganas de preguntarle, si en su tiempo libre realizaba cerámica.
Soy de las personas que piensa que los sueños no hay que vetarlos. Es difícil y poca gente trabaja de lo que ha soñado. Otros muchos no disponen de tiempo para hacer lo que les gusta. Y por desgracia otras muchas personas no se permiten el lujo de soñar, y anulan cualquier tipo de deseo más allá de su rutina diaria.

Por desgracia la mayoría de las cosas, requieren tiempo, dinero o ambas cosas. Y si quieres "hacer" dinero, no tienes tiempo para otras cosas. Y cuando tienes tiempo para tus cosas, no tienes dinero.
Sé que hay muchos sueños que son económicos, otros son más ambiciosos. Algunos por suerte no cuestan más que eso, tiempo.

Quisiera vivir siempre con el equilibrio del deber económico y el ocio del sueño. Quisiera cuando tenga 50 años poder decir "mi trabajo no me gustaba pero pude hacer lo que me gustaba gracias a eso" o "me gusta mi trabajo" o "he podido dedicarme a mi sueño".

Algún día.