sábado, 4 de septiembre de 2010

Película: Pequeña Miss Sunshine



Pequeña Miss Sunshine no es una película de las que pagaría entrada por ver, ya que en un principio no me llamó la atención. La tenía como "película de domingo de Antena 3". Pero hace poco vi una frase que me hizo querer verla, la frase era algo como "Debería haber más chicas como Olive". No recuerdo donde la leí ni quién la escribió (creo que la leí en Twitter, pero ves y búscala), pero hizo su efecto, así que conseguí la película y la vi.



Atención: SPOILERS / posible ARGUMENTO a partir de esta línea.

Olive (Abigail Breslin, Bo en Señales, me encanta esta niña en esta película *.*) es una niña que vive con sus padres, hermano, tio y abuelo. Ella entrena duro para participar en concursos de pequeños talentos, o concursos de mini-bellezas. Su abuelo la ayuda en esto. Su padre es un obsesivo por el triunfo, y no admite que alguien pierda en ningún aspecto de la vida, es por eso que desprecia al tio Frank, que quiso suicidarse por una decepción amorosa. Por otra parte, el hermano de Olive está en medio de un voto de silencio hasta que entre a formar parte de las fuerzas aéreas.
Un buen día, se enteran que Olive ha sido preseleccionada para el concurso de Pequeña Miss Sunshine, y después de mucho discutir, deciden que irán todos a acompañarla.
El trayecto que hacen en la furgoneta del abuelo se convierte en una odisea donde ocurren muchísimas cosas (yo personalmente preferiría haberme quedado en casa la verdad).

Por el camino el padre de Olive descubre que le ha salido mal una negociación y ha perdido dinero. El abuelo muere a mitad de camino (tal vez de vejez o tal vez de una sobredosis), el hermano de Olive descubre que es daltónico y que ha perdido cualquier oportunidad de pilotar un avión, la madre de Olive se da cuenta que vuelve a fumar demasiado y el tio Frank (a parte de todas las miserias que lleva encima ya) se encuentra en una gasolinera con su antiguo amor.

A pesar de todos estos contratiempos, todos deciden seguir adelante, por el sueño de Olive. La niña los contagia con su determinación, a pesar de que no habla mucho.




Pero el mensaje más importante que quiere transmitirnos la película según mi opinión, llega cuando Olive se presenta al concurso de pequeña Miss Sunshine.
Allí encontramos a orgullosas madres acompañando a sus niñas igual o más de orgullosas, vestidas, peinadas y maquilladas como pequeñas putitas. (Lo siento, no le veo el encanto a una NIÑA de 6 años maquillada y vestida como una adulta de 40).
La infancia de esas niñas se basa en competir por ser la mejor entre ellas, con tan solo 6 años... Y para ello no es que comparen personalidades o inteligencia, sino "belleza".
Aquí te das cuenta que Olive no encaja. Ella no es una niña queriendo ser adulta, es una niña disfrutando de ser niña. Y cuando llega el momento de actuar, es tan natural, tan niña, y lo mejor de todo es que no tiene vergüenza de demostrar, de enseñar a las demás que ella es así, que ella disfruta así, que nadie le ha obligado, nadie ha querido maquillar su personalidad y convertirla en una barbie de plástico, simplemente se presenta ante el jurado como ella misma.
La lástima es que la mente cerrada de los organizadores hace que no gane ningún premio. (Para que nos vamos a engañar, en la vida real siempre le dan los premios o el trabajo a la más guapa, zorra o antinatural).
Olive se vuelve a casa, pero orgullosa de haber demostrado que ella es como es, y ha cumplido su sueño y el de su abuelo, que tantos ensayos les costó.

¿Moraleja? Si tenéis hijos, no los convirtáis en adultos antes de hora, disfrutad con ellos y dejad que sean NIÑOS. No os dejéis anular ni moldear por lo que los demás quieran de vosotros, sino por lo que queráis de vosotros mismos, y ante todo, no existen los perdedores, existen los que lo han intentado y los que no. Si lo intentas, no has perdido.


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