(También conocido como «rey de las serpientes»)
Clasificación del MM: XXXXX
El primer basilisco del que hay constancia fue criado por Herpo el Loco, un mago
tenebroso de Grecia que hablaba pársel, la lengua que te permite comunicarte con las serpientes y que pocos magos conocen. Después de muchos experimentos, Herpo
descubrió que de un huevo de gallina incubado por un sapo salía una serpiente gigantesca
dotada de poderes extraordinariamente peligrosos. El basilisco es una serpiente verde
brillante que puede alcanzar más de quince metros de largo. El macho luce una pluma
escarlata sobre la cabeza. Tiene colmillos excepcionalmente venenosos, pero su arma más
mortífera es la mirada. Cualquiera que mire directamente a sus grandes ojos amarillos
morirá al instante. Por el contrario, mirado indirectamente, ya sea reflejado o a través de algo, acabas petrificado.
Si la cantidad de comida es suficiente (el basilisco se alimenta de todos los mamíferos y
pájaros y de la mayoría de los reptiles), puede llegar a vivir muchísimos años. Se cree que
el basilisco de Herpo el Loco vivió cerca de novecientos años.
La cría de basiliscos es ilegal desde la Edad Media, aunque la práctica se puede ocultar
fácilmente sacando el huevo que estaba debajo el sapo cuando aparecen los empleados del
Departamento de Regulación y Control de las Criaturas Mágicas. Sin embargo, puesto que
nadie puede controlarlos excepto los hablantes de pársel, los basiliscos resultan tan
peligrosos para los magos tenebrosos como para cualquier otro. No se han visto basiliscos
en Gran Bretaña desde hace cuatro siglos. Sin embargo, acontecimientos ocurridos hace unos años nos indican que existía un basilisco durmiendo en las entrañas del colegio Hogwarts de magia y hechicera, pero fue eliminado gracias al joven Harry Potter.
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