Razones por las que nunca podré convivir con un chico

Muchas veces me he preguntado que pasaría si algún día me casase y tuviera que convivir con una persona (en mi caso un chico, no soporto a las mujeres por mucho tiempo seguido). Hay diversos factores que me hacen una persona demasiado rara para la gente, me lo dicen, bastante, y me da igual, porque no me apetece cambiar, con lo cual vengo con mis rarezas extras, esas rarezas que seguramente y me apuesto mis 2 ojos a que nadie sería capaz de resistir por mucho tiempo.
Algunas de esas rarezas son:

Tengo muchas pesadillas, y realmente no me importa, me gusta contarlas y son de lo más extrañas.

En invierno duermo con muchas mantas, muchas, muchísimas, un agobio para cualquier mortal común.

Cuando estoy en casa soy totalmente anti-estética y anti-sexy, me gusta ir muuuy cómoda y muuuy fachosa.

Tampoco me gusta maquillarme mucho, me agobia, además pienso que no me suele hacer falta, y eso a los chicos parece no gustarles, les gusta pasearse con un bicho pintado bajo el brazo, o que se maquillen para ellos.

Tengo el fetiche o la manía de querer ver a los hombres vestidos con mi ropa y que les quede bien, esto reduce a 0 las probabilidades de convivir pacíficamente con alguien.

Odio el fútbol, o cualquier deporte menos la F1, los deportes me dan sueño, enfado y los encuentro bastante pesados.

Yo no soy una chacha, si la otra persona no me ayuda, yo no hago absolutamente nada, con lo cual de casa a pocilga pasa en 3 días.

No soporto las personas que no les gustan los animales, tiene que tolerar a un animalito en casa sí o sí, preferiblemente perro, gato, dragón o tigre.

No me gusta salir, nada de fiestas ni discotecas ni lugares con humanos, prefiero jugar delante del pc, consola, etc, o leer o ver buenas películas, o cocinar, o pasear por lugares haciendo fotografías.

Creo que no es necesario seguir, con la tercera frase ya ha quedado claro que seré soltera eterna. Pero eso no es malo! Tendré muchísimo tiempo para mi sola, podré viajar, aprender y aprender muchísimas cosas, cenar a las 8 de la tarde, pasearme por casa con calcetines altos y dormir con 40 mantas.