miércoles, 28 de octubre de 2009

Ya hace un mes... de Japón



Creo que esta es de las pocas entradas más personales que escribo... pero en fin, ahi vá.

Cuando llegué a Madrid fue un choque brutal. Me molestaba escuchar a la gente... porque la gente no hablaba, gritaba.
Hablaban en un tono tan alto a pesar de no estar hablando a mas de 30 cm entre ellos que pronto me dió un dolor de cabeza tremendo.
Noté también que la gente iba a su bola, quiero decir, desordenados. A pesar de haber muchisima menos gente en este aeropuerto que en el de Narita, me choqué más veces con ellos.
Decidí parar a tomarme un refresco, necesitaba un poco de calma, y pedi una cocacola en un establecimiento del aeropuerto... y no me escucharon. Pense que no em salia bien la voz debido al cansancio, pero era simplemente que hablaba demasiado bajito.
Pensé que todo lo que notaba era mi culpa, ya que llevaba un desfase horario tremendo y un gran cansancio, pero estaba equivocada.
Al volver a mi ciudad al dia siguiente lo comprobé... esto es diferente.
Ya al entrar en mi casa el hecho de que no hubiera un rinconcito para quitarse los zapatos fue diferente. Está claro que toda mi vida he vivido con esta costumbre occidental de no quitarse los zapatos, pero creedme que el choque fue grande.
cuando subí al autobús ese dia para ir al hospital a ver a mi padre fue horrible. La gente se empuja por entrar y conseguir un sitio que sentarse, literalmente van a codazos... recuerdo que en Japón nunca me pasó eso, es más, me extrañó que se le cediera el asiento a
personas que lo necesitaban. En Japón habia un silencio inmenso al entrar en un bus o tren, la gente no molestaba entre ellos y los tonos de voz eran practicamente imperceptibles. Es más, vi que hasta gente que iban juntos no hablaban, o la gente se sale del vagón para hablar por el movil...
En España cuando subí a ese autobús... todo eran gritos y tonos altos de voz, miradas inquisidoras por doquier (porque hay que decir que aquí en España, la gente es muy cotilla y muy "rajadora").
Yo he vivido toda mi vida en España, y estaba acostumbrada a todo esto... pero digamos que probé lo bueno y ahora lo veo todo horrible.
Al entrar al hospital la gente no tenia ningún cuidado al cruzar la calle, al entrar en el hospital, en el ascensor... a empujones...
Cuando subí a las habitaciones, habia un escándalo tremendo tanto por parte de las enfermeras como por parte de los acompañantes de los enfermos. Estuve un rato en la habitación de mi padre, y no hacia más que oir a una mujer chillar y criticar y hablar muy alto a pesar de tener la puerta cerrada del cuarto... Al salir la localicé, y estaba al final de ese largo pasillo... no vi respeto por ninguna parte por parte de la gente que allí se encontraban...


Dicen que las comparaciones son odiosas, y no quiero decir que globalmente eso sea peor que aquello... simplemente que para mí, Japón es un país que se adapta más a lo que a mi me gusta, y en definitiva estoy más agusto y mucho mejor, nunca me había sentido viva, y los 3 meses que pasé en ese país fueron para mí como empezar a vivir. Pensaries que exagero, pero nadie mejor que yo me conoce, y sabe lo que supuso ese cambio para mí... es más, si personas que ahora me conocen me hubieran visto en Japón, quedarian seguramente sorprendidas y les costaria reconocerme.